El 25 de abril de 2015, un terremoto de 7.8 grados sacudió a Nepal y desencadenó una crisis nacional.
Desde entonces, miles de personas han muerto y millones de vidas se han visto afectadas por este desastre natural. Esta tragedia ha resultado particularmente difícil para los miembros de la comunidad nepalesa de trastornos de la coagulación. Después del terremoto, la Federación Mundial de Hemofilia (FMH) ha permanecido en contacto con Beda Raj Dhungana, presidente de la Sociedad Nepalesa de Hemofilia (SNH) en Katmandú. La SNH ha informado a la FMH que perdieron a varios miembros de su comunidad como consecuencia del desastre y que muchos hogares han sido completamente destruidos o presentan graves daños.
Con la llegada de un elevado número de personas lesionadas a los hospitales que permanecen en pie, el problema ahora para los pacientes con trastornos de la coagulación es obtener el tratamiento que necesitan. Las existencias de productos de tratamiento de producción local y de concentrados de factor de donaciones anteriores se perdieron en el desastre o ya se utilizaron para los pacientes gravemente heridos, lo cual deja a muchos otros sin acceso a tratamiento. Para complicar las cosas todavía más, la región ha sido azotada por intensas réplicas y otro terremoto de 7.3 grados de magnitud. Esto ha sumido al sistema de salud en el caos, al igual que a cualquier sistema de apoyo para las personas con trastornos de la coagulación. No hay suficientes materiales de auxilio en la capital y la situación es todavía peor en las zonas rurales.